Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender, lo que quieres entender y lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse
En entradas anteriores hemos tratado la inteligencia emocional intrapersonal (saber relacionarse con uno mismo) en esta entrada cambiamos a la inteligencia emocional interpersonal (saber relacionarse con otros), concretamente de la asertividad, un componente de las habilidades sociales.
¿Qué es comunicarse?
La comunicación es un proceso complejo que depende de muchos factores, algunos de ellos dependen de nosotros y podemos influir en ellos y otros, son ajenos a nosotros por tanto no podremos hacer nada (o muy poco) por cambiarlos.
Este tema es muy amplio y vamos a abordarlo en diferentes partes para trabajar las habilidades de comunicación.
¿Qué es la asertividad?
Se define como una actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos personales, que incluye la expresión de nuestros sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones, en forma adecuada; respetando, al mismo tiempo, los de los demás.
Ser asertivo no siempre es fácil y más aún defender nuestros derechos y opiniones cuando otros nos atacan o nos tratan mal.
Nadie es 100% asertivo, como tampoco lo es agresivo y/o pasivo (otros estilos de comunicación donde no respestamos nuestros derechos o los de otros). Como personas nos movemos en un abanico amplio entre los diferentes estilos de comunicación. Es importante identificar cuando actuamos o no con asertividad. Te propongo un ejercicio de introspección.
Recuerdes una situación o un conflicto o una situación en la que te hayas sentido incómodo y/o no hayas actuado con asertividad. Una vez lo tengas reflexiones sobre las siguientes preguntas:
¿Qué ocurrió? ¿Cómo me sentí antes? ¿Y después? ¿Qué pensé? ¿Qué otras alternativas existían? ¿Hay otras situaciones en las que haya actuado de manera similar? ¿Me he sentido de esa misma manera? ¿De qué manera puedo actuar en el futuro?
Podemos generalizar este ejercicio empleando registros de conducta para detectar situaciones en las que nos gustaría ser más asertivos y trabajar de esta manera nuestras habilidades sociales.
La asertividad es una herramienta que nos ayudará a recibir y realizar elogios, pedir cambios de conducta, realizar y responder a críticas... En general nos facilitará la comunicación con los demás y por ende la relación con los otros. Para ello debemos saber cuándo no somos asertivos y qué pensamos y/o sentimos para no ser asertivos de ahí la necesidad de las hojas de registro.
Preguntas de reflexión
¿Qué beneficios puede aportarnos la asertividad en nuestro día a día? ¿Cuáles son los otros estilos de comunicación? ¿Qué son los derechos asertivos? ¿Los conocías?
¿Es fácil ser asertivo?
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